¡Despierta mandria, vence la galbana!
No expongas a la luz tu displicencia,
traslúcida tardanza, malagana
del vano de alabastro y negligencia
que cierras cada noche en la persiana
con fíbula y candil de indiferencia.
Qué bello retozar en la desidia,
trasueño ,dejadez, vulgar acidia.
jueves, 10 de junio de 2010
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