De las velas y vientos mi escritura
bebió. Dame el afán de Samaniego,
de una Biblia infantil la donosura
y la mano invisible del manchego
para este mercadillo de verdura
que debo decorar con lo que niego.
La lava de un volcán saca la lengua,
el sol en su desván, la luna mengua.
jueves, 10 de junio de 2010
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